Recuerdo de 24 horas
A lo largo del día comemos bastantes veces. Desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena. Y no salgas por la noche, que igual cae una recena. Y no quedes con unos amigos antes de comer, que cae un vermú con tapeo. Y no seas blando de espíritu, que entonces la nevera y la despensa son la puerta del inframundo...
Vamos, que estamos todo el tiempo con la boca abierta. Y cuando de
alimentarse sano se trata, esto es contraproducente.
Uno de los métodos más utilizados para analizar los hábitos alimenticios es el "Recuerdo de 24 horas", que consiste en hacer memoria de lo que se comió el día anterior, explicitando cantidades, alimentos y tipo de técnica culinaria utilizada.
Tiene sus ventajas e inconvenientes, pero sobre todo es sencilla de utilizar, al menos cuando has comido de una forma estructurada, otra cosa sería si estás todo el tiempo yendo y viniendo a la cocina.
En mi caso, también he completado mi propio recuerdo de lo que comí en las últimas 24 horas. Está hecho respecto del miércoles 28, que fue el último día de trabajo antes de estas vacaciones, y por tanto adaptado a lo que es un día "normal". Y es que lo único extraordinario fue el almuerzo a media mañana, que aprovechando la Semana Santa me permití un pequeño exceso en forma de torrija.
También he de reconocer que, dado que últimamente mi preocupación por el tema de la alimentación sana ha aumentado, me salen unos menús bastante presentables. Otra cosa hubiese sido hace unos meses...
Este es el recuerdo de mis 24 horas de comida:
Vamos, que estamos todo el tiempo con la boca abierta. Y cuando de

Uno de los métodos más utilizados para analizar los hábitos alimenticios es el "Recuerdo de 24 horas", que consiste en hacer memoria de lo que se comió el día anterior, explicitando cantidades, alimentos y tipo de técnica culinaria utilizada.
Tiene sus ventajas e inconvenientes, pero sobre todo es sencilla de utilizar, al menos cuando has comido de una forma estructurada, otra cosa sería si estás todo el tiempo yendo y viniendo a la cocina.
En mi caso, también he completado mi propio recuerdo de lo que comí en las últimas 24 horas. Está hecho respecto del miércoles 28, que fue el último día de trabajo antes de estas vacaciones, y por tanto adaptado a lo que es un día "normal". Y es que lo único extraordinario fue el almuerzo a media mañana, que aprovechando la Semana Santa me permití un pequeño exceso en forma de torrija.

También he de reconocer que, dado que últimamente mi preocupación por el tema de la alimentación sana ha aumentado, me salen unos menús bastante presentables. Otra cosa hubiese sido hace unos meses...
Este es el recuerdo de mis 24 horas de comida:
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