Comparando alimentos: cacao para desayuno
En una entrada anterior comparé dos cremas de avellanas, de las habituales en la merienda de muchos niños, analizando la información que se mostraba en las etiquetas para comprobar si se ajustaba a lo que la ley exige, como así era.
En esta ocasión voy a comparar dos preparados de cacao para el desayuno, las dos marcas más conocidas en nuestro país, uno de esos duelos míticos entre seguidores de una y otra marca, al nivel de un CocaCola-Pepsi, Adidas-Nike, McDonald's-Burger King. Se trata de... ColaCao frente a Nesquik.
¿Cuál de los dos aporta más y mejores nutrientes a nuestro organismo? Me atrevo a afirmar, sin haber mirado nada aún, que no habrá muchas diferencias... Pero oye, que igual hay sorpresa. Comprobémoslo.
Comenzamos con Nesquik. Esta es la fotografía de la caja, en concreto de la zona donde aparece la información nutricional:
Nos dice que tiene, por cada 100 gramos de producto:
La tabla también informa de algunos nutrientes que se pueden encontrar en el producto, a saber:
Como he afirmado al principio, las diferencias no son excesivas, especialmente si tenemos en cuenta las ingestas de referencia diarias, aunque probablemente el consumo de ColaCao implique unos menores consumos de algunos nutrientes que, en terminos relativos son elevados, y así se podría ajustar más a los valores de referencia óptimos.
Algo que sí creo que conviene destacar es que toda esta información, como ocurre en la inmensa mayoría de los productos, aparece en la etiqueta en lugares no especialmente destacados ni visibles para el consumidor, como las partes posteriores o los laterales.
Dada la importancia que esta información tiene para el consumidor, las marcas podrían autoimponerse un modelo de envase que casi obligase a ver estos datos antes de poder abrir el producto, a modo de precinto. Sería una forma de mejorar la educación del consumidor respecto de los nutrientes que se consumen. Aunque claro, para muchos productos, esta información no interesa que se vea tanto, pues seguro habría personas que, de saber lo que comen, modificarían sus hábitos...
En esta ocasión voy a comparar dos preparados de cacao para el desayuno, las dos marcas más conocidas en nuestro país, uno de esos duelos míticos entre seguidores de una y otra marca, al nivel de un CocaCola-Pepsi, Adidas-Nike, McDonald's-Burger King. Se trata de... ColaCao frente a Nesquik.
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Fuente: Europapress |
¿Cuál de los dos aporta más y mejores nutrientes a nuestro organismo? Me atrevo a afirmar, sin haber mirado nada aún, que no habrá muchas diferencias... Pero oye, que igual hay sorpresa. Comprobémoslo.
Comenzamos con Nesquik. Esta es la fotografía de la caja, en concreto de la zona donde aparece la información nutricional:
Nos dice que tiene, por cada 100 gramos de producto:
- Valor energético: 386 kcal.
- Grasas: 3,8 gramos (de las cuales son saturadas: 1,6 gramos)
- Hidratos de carbono: 79,2 gramos (de los cuales son azúcares: 75,7 gramos)
- Fibra alimentaria: 7,4 gramos.
- Proteínas: 5,1 gramos.
- Sal: 0,37 gramos.
La tabla también informa de algunos nutrientes que se pueden encontrar en el producto, a saber:
- Vitamina D: 11 microgramos.
- Vitamina C: 100 miligramos.
- Vitamina B1: 0,81 miligramos.
- Hierro: 18,5 miligramos.
- Zinc: 8,4 miligramos.
- Valor energético: 376 kcal.
- Grasas: 2,4 gramos (de las cuales son saturadas: 1,5 gramos)
- Hidratos de carbono: 78 gramos (de los cuales son azúcares: 70 gramos)
- Fibra alimentaria: 7,8 gramos.
- Proteínas: 6,8 gramos.
- Sal: 0,14 gramos.
- Hierro: 15 miligramos.
- Calcio: 300 miligramos.
- Fósforo: 245 miligramos.
- Magnesio: 125 miligramos.
Como he afirmado al principio, las diferencias no son excesivas, especialmente si tenemos en cuenta las ingestas de referencia diarias, aunque probablemente el consumo de ColaCao implique unos menores consumos de algunos nutrientes que, en terminos relativos son elevados, y así se podría ajustar más a los valores de referencia óptimos.
Algo que sí creo que conviene destacar es que toda esta información, como ocurre en la inmensa mayoría de los productos, aparece en la etiqueta en lugares no especialmente destacados ni visibles para el consumidor, como las partes posteriores o los laterales.
Dada la importancia que esta información tiene para el consumidor, las marcas podrían autoimponerse un modelo de envase que casi obligase a ver estos datos antes de poder abrir el producto, a modo de precinto. Sería una forma de mejorar la educación del consumidor respecto de los nutrientes que se consumen. Aunque claro, para muchos productos, esta información no interesa que se vea tanto, pues seguro habría personas que, de saber lo que comen, modificarían sus hábitos...
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