Desmontando mitos: el agua engorda

Si no te gustan las naranjas, bébete un zumo, que es lo mismo; eso sí, rápido, que se le van las vitaminas.  No comas miga de pan, que engorda.  Saltarte una comida ayuda a adelgazar.  El azúcar de caña es mejor que el azúcar blanco.  Los alimentos light adelgazan.


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¿Quién no ha oído alguna vez estas afirmaciones rotundas?  Y la mayoría de las personas no dudarían de su veracidad.  Pues no, se tratan de falsos mitos sobre la alimentación, que aunque en muchos casos se basan en la experiencia vivida a lo largo de los años, y que puede ser cierta en casos concretos, no tienen evidencia científica alguna.  Es más, puede llegar a ser contraproducente y perjudicial para la salud, pues lo que realmente ocurre es justo lo contrario.

El ejemplo más evidente sobre esto que acabo de comentar es el mito que afirma que saltarse una comida ayuda a adelgazar.  No es cierto, más bien lo que suele ocurrir es que el aporte que te ahorras en esa no-comida lo tiendes a repartir entre el resto, con lo que el efecto se anularía;  y eso cuando no comes aún más, pues la sensación de hambre aumenta.  Además, estás privando al cuerpo de un aporte nutricional en una franja horaria concreta, lo que puede provocar carencias puntuales que den lugar, por ejemplo, a una bajada de azúcar o de tensión, mareos o deshidratación.  Vamos, todo beneficio para el cuerpo.  Lo recomendable son cinco comidas al día.

Y aún más preocupante sería el mito que afirma que comer un único alimento adelgaza, ya que no hay ningún alimento que proporcione todos los nutrientes que el cuerpo precisa, exceptuando la leche materna que consumimos durante la primera etapa de nuestra vida.

Otro mito muy extendido es el que afirma que si bebes agua durante las comidas, engordas más que si no lo haces.  ¿De dónde puede salir esta idea?  Yo creo que se debe al hecho de que al añadir agua a un alimento y empapar, tiende a aumentar su volumen, generando la percepción de mayor abundancia, y por tanto que se mete más al cuerpo.
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Aunque la verdad es que el agua es un alimento acalórico, es decir, sus nutrientes no proporcionan energía.  Por lo tanto no engorda si se toma antes, durante o después de las comidas.  Lo que realmente aprovecha el cuerpo es lo que acompaña al agua, esto es, los alimentos sin más.  Tampoco quema calorías, por lo que lo contrario tampoco es cierto, beber más agua no adelgaza.

Lo que sí ocurre, de hecho, es que beber agua antes de las comidas puede producir sensación de saciedad, por lo que se recomienda en dietas de adelgazamiento.  En cualquier caso, es importante consumir una cantidad adecuada de agua, en función de lo que demande nuestro cuerpo.

En este vídeo publicado en la web de RTVE, el nutricionista Ángel Sánchez comenta este aspecto:




Tanto en esta página de RTVE como en muchas otras que hay por la web se pueden encontrar gran cantidad de estos mitos y la justificación acerca de su veracidad o falsedad.

Entre ellos, por destacar algunos de los más conocidos, están: que los alimentos fermentan en el estómago; las ostras son afrodisíacas; comer huevos es malo para el colesterol; la carne barata procede de animales clonados; comer dulces convierte en hiperactivos a los niños; los huevos morenos son más nutritivos que los blancos; la miel lo cura todo; o que un antojo insatisfecho deja una marca en el bebé si se está embarazada.

Hay que tener cuidado con todas estas fábulas sobre alimentación, pues al contrario de lo que confiadamente pensamos pueden originar más perjuicios que beneficios.  Con toda la información que tenemos al alcance de nuestra mano, debemos evitar creer sin más lo que la gente nos pueda contar, y hacer caso a lo que recomiendan los especialistas en nutrición.

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