¿Qué hay de comer en el cole?
A ver, a ver... ¿qué tenemos hoy de menú en el comedor, mami/papi?
Una de las preguntas que más podemos oir por las mañanas en casa, antes de ir al cole. Pues mira por donde, en mi cole este miércoles había...
De primero, judías verdes con patata. Para continuar, unas albóndigas con tomate. Y de postre, fruta, en concreto una manzanita bien sabrosa. Acompañado de una ración de pan y, para beber, agua, que cría la vista clara (esto me lo decía siempre mi abuela).
¿Podemos considerar este menú como adecuado? Veamos lo que dice la guía Perseo.
Como primer plato sugiere verduras y hortalizas o, en su defecto, patatas, pasta, legumbre, arroz o similares. Lógicamente, habrá que variar un poco, para cumplir las recomendaciones sobre raciones consumidas a lo largo del ciclo mensual. Así que, en lo que a este plato concierne, sí cumpliría: verduras acompañada de patatas cocidas, y todo aliñado con buen aceite de oliva.
¿Y qué pasa con el segundo? Pues esta vez toca ración de carne, con unas albóndigas acompañadas de tomate frito. Una de las presentaciones más atractivas para los niños. Y que cuadra con las orientaciones de Perseo, que propone carne o pescado o huevos, variando en el número total de raciones mensuales. Si todos los días tenemos albóndigas de carne, malo...
Por último, el postre, que en este caso es manzana. La guía recomienda esto mismo, acompañado de un lácteo como complemento. En el menú que muestro se ha omitido el lácteo, aunque en función del día de la semana se sirve como postre fruta variada o un lácteo (yogur, flan, natilla).
Tal vez sí fuese aconsejable incorporar ambos productos en el menú de forma simultánea, aunque esto también podría implicar que algunos niños, si la supervisión no es la adecuada, evitasen el consumo de fruta a costa del lácteo.
Para terminar, no falta una rebanada de pan y el agua para beber, que aunque no aparece en la fotografía en la bandeja, se sirve en jarras directamente en la mesa.
Un último detalle. Según la información nutricional proporcionada por la empresa encargada del comedor (el menú se cocina diariamente en la cocina del centro), el aporte energético es de 747 Kcal. Teniendo en cuenta que el aporte recomendado para un niño de 10-12 años, según la guía Perseo, es de entre 2450 y 2750 Kcal para niños y de entre 2300 y 2500 Kcal para niñas, y que se aconseja que la comida aporte entre el 30% y el 35% de la energía diaria, estaríamos dentro de esos límites.
Para niños más pequeños (1700 Kcal entre 4 y 5 años; 2000 entre 6 y 9 años) se superarían las cantidades anteriores, pero también el tamaño de la ración será algo más reducido, por lo que tendrá menos de esas 747 Kcal indicadas.
Una de las preguntas que más podemos oir por las mañanas en casa, antes de ir al cole. Pues mira por donde, en mi cole este miércoles había...
De primero, judías verdes con patata. Para continuar, unas albóndigas con tomate. Y de postre, fruta, en concreto una manzanita bien sabrosa. Acompañado de una ración de pan y, para beber, agua, que cría la vista clara (esto me lo decía siempre mi abuela).
¿Podemos considerar este menú como adecuado? Veamos lo que dice la guía Perseo.
Como primer plato sugiere verduras y hortalizas o, en su defecto, patatas, pasta, legumbre, arroz o similares. Lógicamente, habrá que variar un poco, para cumplir las recomendaciones sobre raciones consumidas a lo largo del ciclo mensual. Así que, en lo que a este plato concierne, sí cumpliría: verduras acompañada de patatas cocidas, y todo aliñado con buen aceite de oliva.
¿Y qué pasa con el segundo? Pues esta vez toca ración de carne, con unas albóndigas acompañadas de tomate frito. Una de las presentaciones más atractivas para los niños. Y que cuadra con las orientaciones de Perseo, que propone carne o pescado o huevos, variando en el número total de raciones mensuales. Si todos los días tenemos albóndigas de carne, malo...
Por último, el postre, que en este caso es manzana. La guía recomienda esto mismo, acompañado de un lácteo como complemento. En el menú que muestro se ha omitido el lácteo, aunque en función del día de la semana se sirve como postre fruta variada o un lácteo (yogur, flan, natilla).
Tal vez sí fuese aconsejable incorporar ambos productos en el menú de forma simultánea, aunque esto también podría implicar que algunos niños, si la supervisión no es la adecuada, evitasen el consumo de fruta a costa del lácteo.
Para terminar, no falta una rebanada de pan y el agua para beber, que aunque no aparece en la fotografía en la bandeja, se sirve en jarras directamente en la mesa.
Un último detalle. Según la información nutricional proporcionada por la empresa encargada del comedor (el menú se cocina diariamente en la cocina del centro), el aporte energético es de 747 Kcal. Teniendo en cuenta que el aporte recomendado para un niño de 10-12 años, según la guía Perseo, es de entre 2450 y 2750 Kcal para niños y de entre 2300 y 2500 Kcal para niñas, y que se aconseja que la comida aporte entre el 30% y el 35% de la energía diaria, estaríamos dentro de esos límites.
Para niños más pequeños (1700 Kcal entre 4 y 5 años; 2000 entre 6 y 9 años) se superarían las cantidades anteriores, pero también el tamaño de la ración será algo más reducido, por lo que tendrá menos de esas 747 Kcal indicadas.
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